La carne de pollo (se denomina a los tejidos procedentes del pollo), es muy frecuente encontrarse esta en muchos platos y preparaciones de la culinaria de todo el mundo. Su carne se considera un alimento básico y es por esta razón por la que se incluye en el.
Del pollo se consumen diferentes partes de su buche siendo muy apreciados las patas («manos de pollo»), la cresta (servidas a veces como tapas), las alas (uno de los platos más conocidos son los buffalo wings estadounidenses), las piernas (muslos de pollo), la pechuga y las menudencias (hígado, corazón, molleja o pana y buche o contre). Las partes de las vísceras suelen generalmente ser descartadas y no se incluyen en la alimentación humana, aunque en la cocina Japonesa se emplea a veces en el yakitori. Los huesos son aprovechados por regla general (en lo que se denomina carcasa) para la elaboración, junto con diversas verduras de lo que se denomina caldo de pollo. Se suele preparar al calor, la carne no se ingiere cruda ya que puede poseer salmonella.
Se suele emplear en una gran variedad de preparaciones que van desde el asado a la parrilla (barbacoa), al horno, frito, hasta la participación de su carne en la elaboración de sopas o caldos. Se puede ver su carne picada en ensaladas, sandwiches. Una de las variedades más frecuentes es el pollo asado que se puede ver en las diferentes ciudades del mundo. Algunos de sus componentes se asocian a la elaboración de fast food y algunas cadenas como Kentucky Fried Chicken se han especializado en servir raciones de esta carne en sus platos.
La carne de pollo suele ser más liviana y de mejor digestibilidad respecto a las carnes rojas. Además, posee menor contenido de purinas; las cuales son responsables de la aparición de hiperuricemia. Es por esta razón que es recomendada por médicos y nutricionistas.
Texto extraido de Wikipedia (ver fuente)
Diferentes platos de pollo en el mundo (fuente Wikimedia)